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¡Bienvenido Invitado! El mundo ha cambiado a lo largo del tiempo, nadie puede decir que no. En el año 3016 la población mundial sufrió una gran reducción a causa de las guerras que se desataron y ésto llevó al borde de la extinción no solo a humanos sino también a criaturas sobrenaturales. Pero la lucha por el poder no ha terminado sino que al contrario, ahora parece haberse vuelto mucho más intensa. Las organizaciones se han movilizado y todas tienen el mismo objetivo principal: derrotar a sus adversarios para poner fin a la opresión... ¿Y tú crees que alguna lo conseguirá? Averígualo, ven... ¡Tu destino te espera!
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Horas de trabajo ~ {HyunA}
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Horas de trabajo ~ {HyunA}
Su trabajo había terminado relativamente temprano aquella noche, aproximadamente las diez PM era lo que indicaba el reloj de su pulsera, uno completamente dorado y con retoques platinados, que hacían que simplemente varias de las personas que aún merodeaban en la calle, siendo éstos mayoritariamente vagabundos y malhechores, se voltearan con auras codiciosas en su dirección. Un ligero suspiro se hizo presente entre sus labios al ser detenido por cuatro individuos en la entrada de un callejón y ésto generó que realmente le fastidiara considerablemente tal situación. Varias palabras fueron emitidas hacia sí, especialmente aquellas típicas a las que tanto se había acostumbrado de recibir a tales e, incluso, más tardíos horarios como lo eran Dame todo tu dinero y no te mataremos o Si entregas todo tal vez solo te duela un poco, mocoso. ¿Acaso todos los humanos eran así de ignorantes? ¿A pesar de conocer la existencia de las criaturas sobrenaturales eran capaces de atreverse a hablar de ellos de dicha manera sin mostrar realmente importancia alguna de lo que uno es capaz de hacerles? ─ Recuerden mi rostro... ─ fueron sus únicas palabras antes de moverse en dirección al individuo que tenía frente a sí, ubicándose detrás de aquél y moviendo rápidamente su mano izquierda con un ágil movimiento en pleno movimiento para terminar desgarrando el cuello del individuo. No dudó en llevar su mano hasta sus labios para probar aquél rojizo líquido pero para su sorpresa el sabor de éste era algo común, desagradable y metálico, que simplemente le 'revolvía el estómago' ─ Mediocres. Ustedes los humanos... ¿Por qué su sabor es tan diferente? Me dan asco... ─ aquellas palabras alertaron al resto de individuos, los cuales se echaron rápidamente hacia atrás y comenzaron a correr dejando a gritos palabras como monstruo o animal, algo a lo que también estaba acostumbrado puesto ocurría más a menudo de lo que uno realmente fuera capaz de pensar.
Pero perder el tiempo allí no haría más que generarle problemas al muchacho, por eso aprovechó su velocidad superior para simplemente moverse en la dirección que más conveniente le pareciera, tomando como destino la región de entretenimiento de aquél nuevo lugar al cual se había decidido por vivir, la región civil donde ninguna de las mafias por un acuerdo en el pasado se había comprometido a realizar ningún tipo de ataque. El muchacho de chaqueta de cuero negra avanzó por aquella calle tranquilamente, ocultando sus ojos bajo su cabello y aprovechando que una banda le cubría la zona de su nariz y pómulos para intentar ocultar lo más que podía su rostro. A pesar de que físicamente no veía diferencia algunas entre él y los seres humanos, sin embargo a veces la mayoría por el color de sus ojos ya sospechaba de que su existencia no era 'natural' en éste mundo. Al llegar a aquél bar simplemente decidió entrar, acomodándose las ropas para mostrar un aspecto más 'natural' y 'gótico' con la tonalidad así como características de su atuendo. Su cabello por otra parte, rubio, bastante llamativo por el tono oxigenado de mismo aunque no tanto, era fácil de distinguir por lo que varias personas se voltearon en su dirección una vez hubiera accedido a dicho lugar. Sin embargo ésto no le importó en lo más mínimo, sino que siguió su camino lento como el objeto de varias vistas, especialmente chicas, hasta haber decidido llegar a la barra de aquél lugar de entretenimiento, tomando uno de los tantos lugares libres que allí habían, siendo generalmente ocupado por borrachos o personas que simplemente acceden solas en aquellos lares. Obviamente, como una de las segundas, se acomodó sobre ésta y volvió la vista en dirección a quien se encontraba atendiendo en una de las esquinas de su posición ─ Whisky de jalapeño rojo ─ inquirió, alzando su delgada mano, aquella de tonalidad extremadamente pálida, mientras entre cerraba lentamente la mirada. Con su orden echa, en ese momento ya no había más que hacer salvo esperar a ser atendido.
Pero perder el tiempo allí no haría más que generarle problemas al muchacho, por eso aprovechó su velocidad superior para simplemente moverse en la dirección que más conveniente le pareciera, tomando como destino la región de entretenimiento de aquél nuevo lugar al cual se había decidido por vivir, la región civil donde ninguna de las mafias por un acuerdo en el pasado se había comprometido a realizar ningún tipo de ataque. El muchacho de chaqueta de cuero negra avanzó por aquella calle tranquilamente, ocultando sus ojos bajo su cabello y aprovechando que una banda le cubría la zona de su nariz y pómulos para intentar ocultar lo más que podía su rostro. A pesar de que físicamente no veía diferencia algunas entre él y los seres humanos, sin embargo a veces la mayoría por el color de sus ojos ya sospechaba de que su existencia no era 'natural' en éste mundo. Al llegar a aquél bar simplemente decidió entrar, acomodándose las ropas para mostrar un aspecto más 'natural' y 'gótico' con la tonalidad así como características de su atuendo. Su cabello por otra parte, rubio, bastante llamativo por el tono oxigenado de mismo aunque no tanto, era fácil de distinguir por lo que varias personas se voltearon en su dirección una vez hubiera accedido a dicho lugar. Sin embargo ésto no le importó en lo más mínimo, sino que siguió su camino lento como el objeto de varias vistas, especialmente chicas, hasta haber decidido llegar a la barra de aquél lugar de entretenimiento, tomando uno de los tantos lugares libres que allí habían, siendo generalmente ocupado por borrachos o personas que simplemente acceden solas en aquellos lares. Obviamente, como una de las segundas, se acomodó sobre ésta y volvió la vista en dirección a quien se encontraba atendiendo en una de las esquinas de su posición ─ Whisky de jalapeño rojo ─ inquirió, alzando su delgada mano, aquella de tonalidad extremadamente pálida, mientras entre cerraba lentamente la mirada. Con su orden echa, en ese momento ya no había más que hacer salvo esperar a ser atendido.
Reita- Vampiro Puro
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Fecha de inscripción : 12/01/2015
Re: Horas de trabajo ~ {HyunA}
A pesar de todo el tiempo que había pasado desde que había iniciado en su vida laboral, aún no se acostumbraba al horario nocturno, y eso se podía apreciar claramente en un pequeño coloreo bajo sus ojos de color violeta, aludiendo a las ojeras que la falta de sueño provocaba en ella. Sí, a HyunA le gustaba bailar y salir a divertirse por las noches, pero a eso, divertirse, por alguna extraña razón aún no podía acostumbrar su organismo al trabajo en la madrugada, cuando las personas con un sentido común desarrollado descansaba de las labores del día. Pero no podía evitarlo, de día no le quedaba mucho tiempo para dormir más que unas tres o cuatro horas, sin contar que tenía que pasar toda la noche en vela al ser la barwoman de un local bastante concurrido, trabajo con el que ganaba bastante bien y por lo cual no había renunciado a pesar del cansancio que la situación producía en su cuerpo y mente. Esa noche no sería una excepción, teniendo que levantarse del plácido momento de dormir que había logrado conseguirse, - Estúpida vida... - pronunció en un susurro bajo, dirigiéndose a la ducha de su 'hogar' para tomar un baño que lograse despertarla por completo.
Varias veces había pensado en la idea del suicidio, ¿Qué más le quedaba?, su padre alcohólico había muerto dejando a su madre y a ella en un presente incierto, en donde tuvo que salir a trabajar cuando sus compañeras de instituto se daban el lujo de presumir a donde habían ido de vacaciones o el regalo que habían recibido por navidad y cumpleaños. Tras eso su madre también había muerto al no poder recibir la atención necesaria en su enfermedad, por el elevado costo que aquello implicaba. La castaña ya no tenía familia y su vida no era lo más agradable, ¿De qué le servía estar en un lugar en donde su presencia no era elemental?. Sin embargo había desechado la idea de acabar con su vida, al fin y al cabo nada se solucionaría así y, a pesar de que ella ya no estaría en aquella 'triste' realidad que le había tocado vivir, las cosas no irían a mejor.
Tras una larga media hora, la castaña salió de la ducha, dirigiéndose a su cama en donde tenía puesto ya el uniforme de trabajo, preparado para que cubriera su cuerpo. Tras secarse completamente se vistió con aquello, siendo prendas oscuras formadas por un pantalón de tela, una blusa blanca y un chaleco de vestir típico para esa clase de lugares y oficio que empeñaba, todo ello conjugado con una alta coleta en su cabello que lograría a su rostro mostrar la determinación de salir adelante a pesar de las adversidades. Con cautela, ya vestida, se maquilló apenas, queriendo disimular las ojeras y esperando que así nadie lograra distinguir cuan afectada estaba, ya que había decidido luchar para tener, alguna vez, algún momento en donde no se arrepintiera de todo lo que le había ocurrido.
A penas necesitó de quince minutos andando para llegar a la taberna tras haber terminado de arreglarse en su vivienda, logrando llegar a tiempo para lo que sería su turno. Sin dirigirle la mirada a nadie se posicionó en lo que sería su lugar de actividad, pudiendo sentir la mirada de los presentes, siendo más de alguna con ojos libidinosos y que, si no fuera por la posición en que se encontraba, ya hubiese mandado a volar de un golpe. Sin demoras comenzó a realizar los pedidos que le llegaban, con la rapidez que los años de experiencia habían generado en su técnica de servicio, mas uno en particular la dejó más de lo debido pensando. Pocas veces había tenido la oportunidad de servir esa clase de trago, netamente porque no eran muchos los que se atrevían a beberlo, era necesario decir que la mezcla del concentrado de alcohol en el whisky mezclado con lo picante que podía resultar el jalapeño, era una bomba que pocos lograban aguantar. Sin pensar de más sirvió aquello, posicionandolo en la barra, frente al sujeto que lo había pedido. - Aquí está - anunció casi en voz monótona, observando fijo desde su posición al chico que parecía querer simular su apariencia para no llamar la atención pero que, a pesar de todo, lograba capturar algunas furtivas miradas de los presentes en el lugar. Y es que su rubio cabello era todo menos 'disimulado', sin contar que en su rostro se podía observar cierta tela que cubría su nariz y pómulos; al parecer nadie le había dado consejos de como ser alguien que no fuese observado, ya que había hecho todo lo contrario. Desviando la mirada de aquel prosiguió con los pedidos de la noche, sin abandonar en ningún momento su altivo porte y mirada hostil, creando una barrera que nadie, hasta ese momento, había podido traspasar. No tenía tiempo que perder en conjeturas innecesarios sobre alguien que no conocía, sólo tenía que limitarse a llevar bien su trabajo para salir pronto del lugar y encontrarse, nuevamente, con su amada cama.
Varias veces había pensado en la idea del suicidio, ¿Qué más le quedaba?, su padre alcohólico había muerto dejando a su madre y a ella en un presente incierto, en donde tuvo que salir a trabajar cuando sus compañeras de instituto se daban el lujo de presumir a donde habían ido de vacaciones o el regalo que habían recibido por navidad y cumpleaños. Tras eso su madre también había muerto al no poder recibir la atención necesaria en su enfermedad, por el elevado costo que aquello implicaba. La castaña ya no tenía familia y su vida no era lo más agradable, ¿De qué le servía estar en un lugar en donde su presencia no era elemental?. Sin embargo había desechado la idea de acabar con su vida, al fin y al cabo nada se solucionaría así y, a pesar de que ella ya no estaría en aquella 'triste' realidad que le había tocado vivir, las cosas no irían a mejor.
Tras una larga media hora, la castaña salió de la ducha, dirigiéndose a su cama en donde tenía puesto ya el uniforme de trabajo, preparado para que cubriera su cuerpo. Tras secarse completamente se vistió con aquello, siendo prendas oscuras formadas por un pantalón de tela, una blusa blanca y un chaleco de vestir típico para esa clase de lugares y oficio que empeñaba, todo ello conjugado con una alta coleta en su cabello que lograría a su rostro mostrar la determinación de salir adelante a pesar de las adversidades. Con cautela, ya vestida, se maquilló apenas, queriendo disimular las ojeras y esperando que así nadie lograra distinguir cuan afectada estaba, ya que había decidido luchar para tener, alguna vez, algún momento en donde no se arrepintiera de todo lo que le había ocurrido.
A penas necesitó de quince minutos andando para llegar a la taberna tras haber terminado de arreglarse en su vivienda, logrando llegar a tiempo para lo que sería su turno. Sin dirigirle la mirada a nadie se posicionó en lo que sería su lugar de actividad, pudiendo sentir la mirada de los presentes, siendo más de alguna con ojos libidinosos y que, si no fuera por la posición en que se encontraba, ya hubiese mandado a volar de un golpe. Sin demoras comenzó a realizar los pedidos que le llegaban, con la rapidez que los años de experiencia habían generado en su técnica de servicio, mas uno en particular la dejó más de lo debido pensando. Pocas veces había tenido la oportunidad de servir esa clase de trago, netamente porque no eran muchos los que se atrevían a beberlo, era necesario decir que la mezcla del concentrado de alcohol en el whisky mezclado con lo picante que podía resultar el jalapeño, era una bomba que pocos lograban aguantar. Sin pensar de más sirvió aquello, posicionandolo en la barra, frente al sujeto que lo había pedido. - Aquí está - anunció casi en voz monótona, observando fijo desde su posición al chico que parecía querer simular su apariencia para no llamar la atención pero que, a pesar de todo, lograba capturar algunas furtivas miradas de los presentes en el lugar. Y es que su rubio cabello era todo menos 'disimulado', sin contar que en su rostro se podía observar cierta tela que cubría su nariz y pómulos; al parecer nadie le había dado consejos de como ser alguien que no fuese observado, ya que había hecho todo lo contrario. Desviando la mirada de aquel prosiguió con los pedidos de la noche, sin abandonar en ningún momento su altivo porte y mirada hostil, creando una barrera que nadie, hasta ese momento, había podido traspasar. No tenía tiempo que perder en conjeturas innecesarios sobre alguien que no conocía, sólo tenía que limitarse a llevar bien su trabajo para salir pronto del lugar y encontrarse, nuevamente, con su amada cama.
Invitado- Invitado
Re: Horas de trabajo ~ {HyunA}
Realmente no comprendía mucho aquél sentir de los humanos, actuando tan lascivamente y con modales poco típicos de la sociedad. ¿Acaso aquél era el efecto que causaba la bebida en grandes cantidades en el organismo de un simple mortal? Había leído sobre ello e, incluso, escuchado de aquello, siendo un individuo así al que se denominaba meramente un individuo alcohólico ─ ... Qué asco ─ sus labios apenas articularon sus palabras aunque, obviamente, su tonalidad de voz fue lo suficientemente alta como para que aquellos individuos fueran capaces de escuchar tal 'agresión' o, al menos, así deberían de haberlo tomado porque rápidamente un par volvieron su mirada hacia su posición. Algo de desprecio y molestia se hizo presente en aquellos ojos y aunque no había observado tales podía realmente sentir el cambio de sus aptitudes, mostrándose semejante lo suficientemente hostiles como para hacer que los ojos del chico se volvieran lentamente en su dirección. Pudo escuchar algunos balbuceos de molestia y en eso fue que su trago llegó, volviendo su mano a la copa con un rojizo contenido del cual podía sentirse un fuerte aroma combinado que demostraba una sola cosa: el trago era lo suficientemente fuerte como para compararse con juntar lo que aquellos otros habían tomado hacía momentos atrás. Uno de los hombres de allí simplemete se mantuvo observándolo, con una sonrisa lo suficientemente burlona como para dar a entender que no consideraba al muchacho lo suficientemnete apto como para tomar aquellos tragos más, el otro, se atrevió a hablar directamente sobre aquello ─ Un niñato como tu no debería pedir tragos de hombres ─ ¿Aquello fue un reto o algo parecido? Emitió un leve suspiro antes de llevar la copa hasta sus labios, dejando que ésta rozara el filo de aquellos antes de simplemente echar un poco el contenedor del líquido para dejar que la bebida rápidamente se dirigiera a su cavidad bucal y atravesara al instante su garganta. Pudo sentir como un ardiente líquido comenzó a pasar por su garganta y, lentamente, aquellas zonas comenzaban a tornarse lo suficientemente frescas como para poder simplemente dibujar una pequeña sonrisa en sus finos labios, dejando semi boquiabiertos a aquellos individuos a los cuales les dirigió una pequeña mirada de perfil, como si aquello fuera una muestra de 'superioridad' ante lo cual aquellos simplemente bufaron, volviéndose en sus propios asuntos.
─ Deme otra igual, y una a 'mis amigos', no quiero quedarme con lo mejor solo para mi ─ comentó con calma, en un tono de voz retador hacia aquellos humanos, los cuales rápidamente volvieron en su dirección negándose rotundamente y excusándose con la típica idea de no aceptar nada de nadie y pagarse ellos mismos por sus bebidas. Luego de eso volteó su mirada en dirección hacia la joven que le había atendido y servido la bebida, siendo pocas las mujeres que veía en aquella profesión al menos desde que había comenzado a viajar desde su territorio ubicado más en el norte de su posición ─ ¿Son comunes las mujeres aquí que hacen éste tipo de trabajos, señorita? ─ inquirió, dejando que su mirada se volviera lentamente por el aspecto físico de la muchacha antes de posarse sobre su rostro, como si esperara la respuesta en lo que también lo hacía por su bebida. Sus brazos se apoyaron sobre la barra y dejaron que su rostro se inclinara hacia delante con una pequeña curvatura de su espalda aunque claramente manteniéndola lo más recta que podía por una costumbre de su pasado. Si bien aparentemente no parecía mostrar interés en lo que ocurría a su alrededor, era consciente del movimiento de las peronas, qué más y más iban llegando en lo que más tarde se hacía y eran pocas las que se retiraban, en su mayoría aquellas que habían ido meramente a tomar algo previo a una salida un poco más 'interesante' en otro tipo de lugares como lo eran las discotecas de aquél lugar ─ ¿Preparan Irish Coffee aquí? ─ preguntó con un aire curioso, como si su pregunta anterior hubiera sido un simple comentario en el aire puesto había recordado aquella bebida probada más en el norte, algo que incluso además de whisky llevaba café y era lo suficientemente atractiva como dificultosa de preparar en algunos bares, mayoritariamente por el hecho de que algunos siquiera preparaban cafés.
─ Deme otra igual, y una a 'mis amigos', no quiero quedarme con lo mejor solo para mi ─ comentó con calma, en un tono de voz retador hacia aquellos humanos, los cuales rápidamente volvieron en su dirección negándose rotundamente y excusándose con la típica idea de no aceptar nada de nadie y pagarse ellos mismos por sus bebidas. Luego de eso volteó su mirada en dirección hacia la joven que le había atendido y servido la bebida, siendo pocas las mujeres que veía en aquella profesión al menos desde que había comenzado a viajar desde su territorio ubicado más en el norte de su posición ─ ¿Son comunes las mujeres aquí que hacen éste tipo de trabajos, señorita? ─ inquirió, dejando que su mirada se volviera lentamente por el aspecto físico de la muchacha antes de posarse sobre su rostro, como si esperara la respuesta en lo que también lo hacía por su bebida. Sus brazos se apoyaron sobre la barra y dejaron que su rostro se inclinara hacia delante con una pequeña curvatura de su espalda aunque claramente manteniéndola lo más recta que podía por una costumbre de su pasado. Si bien aparentemente no parecía mostrar interés en lo que ocurría a su alrededor, era consciente del movimiento de las peronas, qué más y más iban llegando en lo que más tarde se hacía y eran pocas las que se retiraban, en su mayoría aquellas que habían ido meramente a tomar algo previo a una salida un poco más 'interesante' en otro tipo de lugares como lo eran las discotecas de aquél lugar ─ ¿Preparan Irish Coffee aquí? ─ preguntó con un aire curioso, como si su pregunta anterior hubiera sido un simple comentario en el aire puesto había recordado aquella bebida probada más en el norte, algo que incluso además de whisky llevaba café y era lo suficientemente atractiva como dificultosa de preparar en algunos bares, mayoritariamente por el hecho de que algunos siquiera preparaban cafés.
Reita- Vampiro Puro
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Re: Horas de trabajo ~ {HyunA}
No pudo sino quedarse al margen de lo que había notado mientras preparaba los tragos que le llegaban, estaba más que acostumbrada a las discusiones que podían suceder durante el correr de la noche, y es que el alcohol podía causar estragos en las personas, ella lo sabía de primera mano. Era ilógico, si se miraba desde afuera, que alguien que había vivido de primera mano el cambio que hacía el alcohol en la sangre, trabajara en un lugar en donde este era el personaje principal. Pero para ella era una especie de reto hacia la vida, tenía la tentación al lado, pero no se dejaba llevar como muchas personas lo habían hecho, incluido su padre; sin dudas esto le hacía sentir sumamente poderosa.
Cada movimiento de sus manos era preciso y sigiloso, sin derramar ni una gota del líquido que estuviese preparando en el momento, no por nada llevaba casi siete años en ese rubro laborar, pasando de bar en bar para pulir sus 'habilidades'. Sin embargo, a pesar de ser buena y dejar contentos a sus empleadores y clientes, no era realmente lo que quería como trabajo; su sueño había sido el llevar la carrera de cantante, mas por su situación familiar no había logrado aquella 'meta'. Al pensar en ello no pudo evitar que su ceño se frunciera levemente, molesta por como había tenido que soportar aquella vida, sabía que no era la única en una situación similar, pero eso era lo que había tenido que vivir en carne propia. Podía escuchar algunos murmullos a su alrededor, sin embargo su concentración seguía en los tragos que preparaba, hasta que una pregunta directa le llegó. Estaba por preparar los tragos cuando vio las expresiones de los demás clientes, al parecer la proposición del chico no les había caído de lo mejor, cosa que la hizo sonreír con levedad, a veces los hombres podían llegar a ser bastante cobardes. Sin embargo, sabía de primera mano lo fuerte que era el licor, y pocos 'humanos' podían soportarlo, la mayoría de las veces, y pocas que lo ha preparado, ha sido para sobrenaturales... lo más probable es que el rubio que se encontraba en la barra también lo fuese, provocandole cierta curiosidad para saber de qué raza se trataba. Había estado observándole fijo hasta escuchar su siguiente oración, provocando que una de sus cejas se alzara por lo que intentaba saber. -No, no lo son, es más, son realmente pocas las que se atreven a esta clase de trabajos- anunció despreocupada, continuando con los tragos que le llegaban, cada vez menos ya que la noche pasaba y la mayoría de los clientes estaban tan borrachos como para casi dormir sobre la barra y mesas.
No le había llegado anteriormente esa clase de preguntas, pocos se preocupaban de esas cosas, le había sorprendido un poco, sin embargo su expresión seguía tan estoica como de costumbre. Mas nuevamente sería sorprendida con la oración siguiente, hasta el momento nadie le había comentado aquello dentro de su estancia en aquel bar. -No está en el menú, pero sé prepararlo- pronunció de forma lenta, modulando cada letra en casi un susurro, pero que sabría llegaría a oídos del contrario. Dentro de su travesía de bar en bar dentro de su viaje, desde Corea hasta el lugar en donde se encontraba ahora, había aprendido aquella receta, siendo mayormente preparada en bares con un público más 'importante'. Su lugar de trabajo actual estaba pensado más para servir casi como taberna, preparando la clase de tragos que se tomaría de forma simple y sin mucha preparación más que preparar unos dos elementos. -¿Deseas probarlo?- aquella pregunta salió de sus labios sin preparación, regañandose luego de forma mental por haber bajado la guardia. No quería parecer alguien realmente interesada en los pedidos más que lo que la forma profesional hablaba, su noche laboral tenía que pasar tal como lo había estado haciendo los días pasados, sin preocupaciones y sólo atendiendo a los pedidos cortante, pero cortés.
Cada movimiento de sus manos era preciso y sigiloso, sin derramar ni una gota del líquido que estuviese preparando en el momento, no por nada llevaba casi siete años en ese rubro laborar, pasando de bar en bar para pulir sus 'habilidades'. Sin embargo, a pesar de ser buena y dejar contentos a sus empleadores y clientes, no era realmente lo que quería como trabajo; su sueño había sido el llevar la carrera de cantante, mas por su situación familiar no había logrado aquella 'meta'. Al pensar en ello no pudo evitar que su ceño se frunciera levemente, molesta por como había tenido que soportar aquella vida, sabía que no era la única en una situación similar, pero eso era lo que había tenido que vivir en carne propia. Podía escuchar algunos murmullos a su alrededor, sin embargo su concentración seguía en los tragos que preparaba, hasta que una pregunta directa le llegó. Estaba por preparar los tragos cuando vio las expresiones de los demás clientes, al parecer la proposición del chico no les había caído de lo mejor, cosa que la hizo sonreír con levedad, a veces los hombres podían llegar a ser bastante cobardes. Sin embargo, sabía de primera mano lo fuerte que era el licor, y pocos 'humanos' podían soportarlo, la mayoría de las veces, y pocas que lo ha preparado, ha sido para sobrenaturales... lo más probable es que el rubio que se encontraba en la barra también lo fuese, provocandole cierta curiosidad para saber de qué raza se trataba. Había estado observándole fijo hasta escuchar su siguiente oración, provocando que una de sus cejas se alzara por lo que intentaba saber. -No, no lo son, es más, son realmente pocas las que se atreven a esta clase de trabajos- anunció despreocupada, continuando con los tragos que le llegaban, cada vez menos ya que la noche pasaba y la mayoría de los clientes estaban tan borrachos como para casi dormir sobre la barra y mesas.
No le había llegado anteriormente esa clase de preguntas, pocos se preocupaban de esas cosas, le había sorprendido un poco, sin embargo su expresión seguía tan estoica como de costumbre. Mas nuevamente sería sorprendida con la oración siguiente, hasta el momento nadie le había comentado aquello dentro de su estancia en aquel bar. -No está en el menú, pero sé prepararlo- pronunció de forma lenta, modulando cada letra en casi un susurro, pero que sabría llegaría a oídos del contrario. Dentro de su travesía de bar en bar dentro de su viaje, desde Corea hasta el lugar en donde se encontraba ahora, había aprendido aquella receta, siendo mayormente preparada en bares con un público más 'importante'. Su lugar de trabajo actual estaba pensado más para servir casi como taberna, preparando la clase de tragos que se tomaría de forma simple y sin mucha preparación más que preparar unos dos elementos. -¿Deseas probarlo?- aquella pregunta salió de sus labios sin preparación, regañandose luego de forma mental por haber bajado la guardia. No quería parecer alguien realmente interesada en los pedidos más que lo que la forma profesional hablaba, su noche laboral tenía que pasar tal como lo había estado haciendo los días pasados, sin preocupaciones y sólo atendiendo a los pedidos cortante, pero cortés.
Invitado- Invitado
Re: Horas de trabajo ~ {HyunA}
─ Me doy cuenta de ello y, sinceramente, no es algo tan agradable ─ musitó con una tonalidad bastante indiferente, como si mostrara en realidad poco interés en aquellos pensamientos que habían surcado por su cabeza instantes atrás. Sin embargo deslizó su mano suavemente por el recipiente de vidrio, aquél que se le había entregado por último siendo de sus bebidas favoritas. Alzó el recipiente y sin dar mucha vuelta bebió un sorbo que conduciría aproximadamente la mitad del líquido hasta el interior de su cavidad bucal, ingiriéndola lentamente para que atravesara su garganta. Aquellos hombres parecían sorprendidos por la tranquilidad con la que bebía el muchacho aquellos tragos que eran considerados 'fuertes' puesto que, a fin de cuentas, casi ningún ser humano era capaz de soportar tan tranquilamente, aunque sí tolerar la fuerza de aquellas, lo cual les daba a entender que por mayoría de porcentaje el joven no era un humano ordinario. Tal vez era ésto lo que generaba un estado de alerta completo hacia su persona aunque bueno, Reita siempre había sido de los chicos que se sobre calculaban las situaciones llevando su imaginación hasta extremos realmente poco creíbles y, en la mayoría de las situaciones, lograba acercar con un mínimo margen de error. Emitió un simple suspiro mientras volvía su rostro en dirección hacia la dirección de aquella tarima donde un grupo de jóvenes actuaba dando un espectáculo bastante llamativo o, al menos, así lo parecía porque desde años atrás no era capaz de visualizar aquello gracias a su antigua posición, aquella que había dejado atrás. Era sin embargo capaz de sentir los movimientos que la muchacha realizaba con las botellas y vasos, admitiendo que aquello era también otro tipo de arte que realmente le causaba interés y, así mismo, atracción. Realizó un suave movimiento con su rostro de forma afirmativa ante las palabras de la muchacha, dando a entender que sí quería aquella bebida a pesar de que no se encontrara en el menú, sugiriéndose a sí mismo la posibilidad de la inexistencia de algunos de dichos productos reales a causa de que, a fin de cuentas, la misma no se encontraba propiamente dicha en el menú de elecciones.
No se preocupó por nada en esos instantes salvo en aquellos movimientos que realizaba la fémina con sus manos, dibujando una pequeña sonrisa que apenas parecería susceptible entre sus finos labiales ─ Creo que ésto será suficiente... Al menos por ahora ─ comentó con calma mientras entre cerraba la mirada con cuidado, volviendo en dirección hacia la nueva preparación su mirada, prestando suma atención a ésta. De la nada llevó su mano derecha hasta su cabello, moviéndolo lentamente hacia atrás aunque consiguiendo que finalmente aquellos regresaran rápidamente a su posición anterior, la misma en la que se encontraba al principio de aquella acción. ¿Qué haría ahora? Sus ojos se volvieron lentamente en dirección hacia el reloj que llevaba en su muñeca izquierda apreciando la hora, ya entrada lo que era la noche propiamente dicha por lo que en las próximas horas debía de comenzar aquellas investigaciones sobre los alrededores puesto que por aquellos lares aparentemente su antiguo cliente le había indicado le sería entregado un nuevo trabajo. Luego de aquello no demoró en regresar su mirada en dirección hacia la muchacha que le atendía, posrando sobre su rostro aquellos orbes suyos que tanto parecían serle de identificación ─ ¿Algún lugar para poder hospedarme con atención hasta ésta hora? ─ inquirió obviamente por el hecho de que eran más de las diez, algo bastante más a decir verdad, teniendo como intención al menos pasar la noche en una pequeña habitación antes de recorrer el resto de la ciudad con el fin de comprar su propia residencia, ésta sí más espaciada y con todo aquello cuanto él estaba deseando puesto que haber dejado todo allá, en las tierras del norte, no había sido más que un pequeño paso para poner en marcha aquél plan que había llevado a cabo con su compañero, y segundo al mando, aquél Rokujõ con el cual había pasado gran parte de su vida.
No se preocupó por nada en esos instantes salvo en aquellos movimientos que realizaba la fémina con sus manos, dibujando una pequeña sonrisa que apenas parecería susceptible entre sus finos labiales ─ Creo que ésto será suficiente... Al menos por ahora ─ comentó con calma mientras entre cerraba la mirada con cuidado, volviendo en dirección hacia la nueva preparación su mirada, prestando suma atención a ésta. De la nada llevó su mano derecha hasta su cabello, moviéndolo lentamente hacia atrás aunque consiguiendo que finalmente aquellos regresaran rápidamente a su posición anterior, la misma en la que se encontraba al principio de aquella acción. ¿Qué haría ahora? Sus ojos se volvieron lentamente en dirección hacia el reloj que llevaba en su muñeca izquierda apreciando la hora, ya entrada lo que era la noche propiamente dicha por lo que en las próximas horas debía de comenzar aquellas investigaciones sobre los alrededores puesto que por aquellos lares aparentemente su antiguo cliente le había indicado le sería entregado un nuevo trabajo. Luego de aquello no demoró en regresar su mirada en dirección hacia la muchacha que le atendía, posrando sobre su rostro aquellos orbes suyos que tanto parecían serle de identificación ─ ¿Algún lugar para poder hospedarme con atención hasta ésta hora? ─ inquirió obviamente por el hecho de que eran más de las diez, algo bastante más a decir verdad, teniendo como intención al menos pasar la noche en una pequeña habitación antes de recorrer el resto de la ciudad con el fin de comprar su propia residencia, ésta sí más espaciada y con todo aquello cuanto él estaba deseando puesto que haber dejado todo allá, en las tierras del norte, no había sido más que un pequeño paso para poner en marcha aquél plan que había llevado a cabo con su compañero, y segundo al mando, aquél Rokujõ con el cual había pasado gran parte de su vida.
Reita- Vampiro Puro
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